viernes, marzo 31, 2006

20.000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne

Mientras están en una tasca disfrutando de un festín a base de vino de mesa y patatas bravas, el profesor Aronnax, su hija y el arponero Ned Land oyen hablar de misterioso calamar gigante que hunde barcos sin parar.
Animados por Don Simón deciden fletar un buque para pescarlo y hacerse ricos vendiéndoselo a Pescanova. Sin embargo, el mardito animal les hunde, pero, ¡oh, sorpresa! en realidad era un submarino pilotado por el mítico capitán Memo, que les secuestra de buen rollo.
Al final todo queda en un susto: entre Aronnax y Land le hunden el chiringuito a Memo y escapan. Land se encama con la hija del profesor (y la arponea a gusto), mientras este último se sumerge en el estudio de la fosa de las Marianas, y todos tan felices.
Memo no muere, pero se queda con resquemor porque le han dejado el submarino hecho unos zorros. Sin embargo, incomprensiblemente, no se venga; quizás por eso tenga el nombre que tiene.

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Comentarios al texto:

1. No te bañes en el mar, que te arponean.
2. El capitán Nemo es como el del Titanic: va embistiendo todo lo que encuentra a su paso.
3. A Julio Verne le gustaban mucho los calamares a la romana.
4. El vino peleón tiene muy mal despertar.

martes, marzo 07, 2006

El nombre de la rosa, por Umberto Eco

El monje Guillermo de Baskerville, de malnombre "el sabueso" se dedica a investigar una serie de coloridos crímenes sucedidos en una abadía. Ayudado por su inseparable amigo discípulo y amante oficial Adso de Melk, luchan contra la ignorancia y el oscurantismo que se ocultan tras los rocosos muros.
Como unos Batman y Robin medievales, los protagonistas investigan la conexión entre las víctimas, un misterioso libro de la biblioteca que es, aparentemente, pornográfico. Mientras Willy está ocupado con la investigación, el pequeño Adso se amanceba con una chica del pueblo que está de toma pan y moja. En estas, llega un inquisidor a la abadía que lo soluciona todo a base de quemar al simpático dulcinista Salvatore, a otro fraile, y ya de paso, a la sensual moza.
Al final resulta que el libro un tochaco escrito en latín, lo cual desanima a todos. El bibliotecario se queda dormido en la biblioteca fumando, lo que desencadena un incendio.
En una última y emotiva escena vemos como Guillermo da a elegir a Adso: el camino fácil, o sea quedarse con la chica y ser felices, o el del conocimiento, o sea seguir siendo su discípulo gay. Adso elige este último y, abrazados, parten cabalgando hacia el horizonte.

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Comentario textual:

1. La mitad del libro no se entiende porque está en latín (¡y sin pies de página para traducirlo!)
2. Como consecuencia de lo anterior, deducimos que Umberto Eco es algo cabrón.
3. La peli no está en latín, y se entiende mejor.
4. Los monjes de la edad media vivían como marajás.
5. Quemar gente mola, quemar libros da penilla, porque se pierde la cultura.
6. Las parejas gay pueden pasar por momentos difíciles, pero eso las fortalece.
 
crítica de libros, literatura, clásicos