jueves, diciembre 09, 2010

Biutiful, de Alejandro González Iñárritu

Javier Bardem es un madrileño que se hace pasar por catalán. Es por eso que su hermano en la película es Eduard Fernández. Trabaja incansablemente con un grupo de africanos y otro de chinos en un esfuerzo por fundar una especie de Naciones Unidas de la economía sumergida. Su mujer, argentina y bipolar, está como un cencerro, y sus hijos pagan los platos rotos. El caso es que al bueno de Bardem le diagnostican un cáncer terminal, y tras dos horas y media de interminable, muy interminable, muy interminable lucha contra el destino, muere.

------ comentarios post-visionado ------

1. Javier Bardem sale en cada puto fotograma de la peli. ¿Era necesario? ¿Por qué el gran Karra Elejalde sale sólo 2,5 segundos?

2. Mola lo de "en ocasiones veo muertos", pero ¿era necesario añadir aún más subtramas a un guión ya pesado de por sí? Si le añadimos dos subtramas más, la peli ¿podría durar otra hora? Es que se hace corta.

3. Barcelona mola, sale supertenebrosa, de un modo infinitamente más realista que en esa colección de postales que es Micky, Christina, Pijos, Barcelona, el publirreportaje de Moody Allen, al que algún día haremos justicia en este blog.

4. Alejandro ¿Dónde está Arriaga?
 
crítica de libros, literatura, clásicos