viernes, febrero 03, 2006

Don Quijote, de Miguel de Cervantes

Alonso Quijano es un tipo vulgar. Lo único raro que le pasó en su vida fue una tremenda primera experiencia sexual en el molino de su tio con una oveja un poco golfa llamada Dulcinea.

Alonso puede vivir normalmente, excepto en ocasiones que su enorme trauma le incita a disfrazarse de superhéroe y acabar con todas las ovejas y molinos que se encuentran en su camino. Hasta que es detenido por la justicia.

La obra, en realidad, es la transcripción de los alegatos defensivos que realizó el imaginativo Quijano en el juicio -se ve que había leído mucho-. Fue absuelto y desde entonces se dedicó con éxito a la abogacía, aunque eso no se explica en el libro.


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Análisis de texto.

1) Si alguien te cuenta que confundió molinos con gigantes, no te lo creas. Los molinos se parecen mucho más a los dragones rojos, sobre todo si estás borracho.

2) Leer no sólo no es malo sino que sirve para mentirle a los jueces, que por cierto, son muy poco leídos.

3) Desconfía de la ovejas y de otras bestias lanares. No son buenas consejeras.

4) Según la nueva ley de civismo, salir a la calle con los calzoncillos por fuera es delito.

[Resumen y análisis aportados por David "Triple D" Domínguez]

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crítica de libros, literatura, clásicos