Un estudiante de medicina empieza a frecuentar malas compañías, y como proyecto de fin de carrera decide fabricar un zombi. Le sale bien. Por desgracia, el zombi no es feliz, se echa a perder y lo paga con su "padre". Como deporte se dedica a asustar niños.
El sábado noche, los mozos del pueblo salen de farra y por culpa del alcohol y las drogas, que son muy malos, acaban quemando el castillo del doctor FK por confundirlo con un cajero automático (o con una hamburguesería yanqui).
El zombi, harto de las burlas, emigra al polo norte.
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comentario de texto
1. Los alemanes tienen unos pasatiempos muy raros.
2. La autora tenía miedo de dar a luz hijos deformes.
3. Si las cosas no te van bien, pasa de la peña. Frankie yúnior lo hizo y ahora vive en Tahití, aunque eso no lo pone en el libro.
martes, septiembre 19, 2006
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